"Valentín"
Dónde está...
Junto a la Iglesia de San Nicolás (aunque la calle es San Agustín), céntrico y muy fácil de encontrar. Se trata de un local amplio de piedra y madera, con techos altos y totalmente reformado. En su faceta nocturna adquiere un aspecto muy romántico y acogedor.
Cuánto cuesta...
Compartir una cena sencillita para tres sale por unos 10 euros por persona. Nuestra comanda: Un salmorejo, un gazpacho de fresa y sandía, faláfel, un bagel de pavo braseado, dos postres y tres bebidas. Dado que nos deleitamos con dos postres, lo cual suele encarecer la cuenta, consideramos el "Valentín" un sitio con una justa relación calidad precio.
Nuestra experiencia...
Obviamente todo influye, fuimos a cenar una noche con estupenda temperatura, había una agradable luz tenue y muy buen ambiente. Aún así, no puedo atribuir el éxito de la cena más que a la comida. Nos sirvieron rápido y con cariño y cada plato que traían, por su impecable presentación y colorido, parecía parte del atrezzo de una película de Disney. Lo mejor... que sabe igual que luce!!.
Una opinión...
El Valentín ofrece una carta original e inconformista pero sin volverte loco. Tiene detalles ejemplares como adjuntar una breve descripción de cada plato o la posibilidad de comer sin gluten, vegetariano o vegano (es decir, observó una necesidad o demanda y la cubre). Destaca por que defiende sabiamente un concepto de restaurante de comida sana, con producto fresco y elaboración propia (pan incluido), no obstante se hecha falta un resquicio de gastronomía gallega.
El postre importa...
Reinventan la tarta de queso con una base de galleta algo más salada y te sirven una obra de arte culinaria en una tarta de limón con una textura perfecta. Un gustazo para el paladar ya que generalmente los postres son la asignatura pendiente de muchos restaurantes.
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